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Tras las muertes causadas por la pandemia del COVID-19, agravadas por las restricciones impuestas a las manifestaciones sociales y culturales normales del duelo y por la falta de una estrategia nacional de salud pública para el tema del duelo y de una cultura educativa sobre la muerte, se espera que el impacto en la salud mental de las personas en duelo sea importante.
El proyecto desarrollará recursos de formación para psicólogos clínicos, agentes formales e informales, así como una guía de buenas prácticas. Estos profesionales de la salud intervendrán directamente con las personas en duelo con el apoyo de sus sistemas nacionales de salud, convirtiéndose así en agentes de difusión de buenas prácticas en los países asociados y en toda Europa. El proyecto también prevé una estrategia comunitaria para llegar a la población en duelo, especialmente a la mas vulnerable, mejorando así el acceso a las respuestas de intervención adecuadas.